Todo el mundo toma fotografías en algún momento de su vida, y con la cámara y la falta de experiencia vienen (como en todo proceso de aprendizaje) los errores.

Lo que tenemos que tener en cuenta es que cometer errores no es algo negativo, y menos, si hacemos fotografías para nuestra marca o para vender nuestros productos o servicios. El punto está en saber de dónde vienen esos errores, aprender de ellos y saber cómo evitarlos en sucesivas sesiones, porque no hay nada peor que estar trabajando en un plato o un postre que nos ha llevado muchas horas y esfuerzo preparar, y ver que luego las fotos no lucen o no se ve debidamente reflejada esa pintaza que tiene en el plato.

Los errores que te enseño hoy son aspectos básicos de composición, de no conocer la herramienta, o de falta de práctica con la iluminación. No obstante, si tú aún no tienes material o conocimientos de fotografía a este nivel y tienes preguntas, escríbeme a mi cuenta de Instagram @antonio.sanjurjo. No dudes en seguirme si quieres estar al día de mi trabajo, de las PROMOS o mantener un contacto más directo.

Sin más dilación, vamos a ver cuáles son estos fallos tan comunes.

1. ¿DÓNDE ESTÁ EL ELEMENTO PROTAGONISTA?

Seguro que te has parado mirar alguna imagen que te gusta, pero que no sabes exactamente qué trata de decir o dónde está el elemento protagonista de la narración. Cuando hacemos fotografías y no sabemos qué queremos contar, o cuando la imagen carece de discurso, solemos tratar todos los elementos de la imagen por igual.

Izquierda MAL: En esta imagen, todos los elementos están compuestos e iluminados por igual, así que nuestra lectura de la imagen es confusa. No sabemos si lo que tenemos que mirar son los pulpos o los peces, la madera llama demasiado la atención como fondo, y es, en resumen, esa homogeneidad la que hace que nos resulte difícil interpretar la imagen.

Derecha BIEN: En esta imagen, aunque también vemos varios elementos, están compuestos de forma que claramente lo primero que vemos es la crema de setas en su plato hondo, aunque la cuchara y los elementos de fondo tienen una presencia muy fuerte. Son la composición, la iluminación y sobre todo, el enfoque lo que nos dice claramente: Eh! Mira aquí!

2. BO¿QUÉ? CUIDADO CON EL DESENFOQUE.

Ahora que los precios han democratizado los objetivos tan luminosos como los que podemos obtener por apenas 100€, o que los móviles tienen cada vez mejores cámaras, que hasta nos permiten elegir el diafragma que vamos a usar, tenemos que tener cuidado con elegir aperturas bajas y el bokeh exagerado. En la mayoría de casos solo enfocaremos un trocito de la imagen y perderemos parte de definición en la escena, y esto incluye nuestro elemento protagonista.

Izquierda MAL: En esta imagen, al tener un f/1.8 solo enfocamos la textura del mordisco, lo que hace que se pierda en el desenfoque el resto del pastel.

Derecha BIEN: Aquí también tenemos un gran desenfoque, pero al usar una apertura superior a f/3.5 tenemos más información en la escena. Por eso el producto llamará más la atención en los feeds de las redes sociales.

3. FILTRA LOS FILTROS.

Tenemos tan a nuestro alcance programas de edición de imágenes como Adobe Photoshop, o Luminar… o incluso los filtros de redes sociales como Instagram, que muchas veces nos dejamos impresionar por la variedad de opciones cromáticas o de efectos que podemos aplicar a nuestras imágenes. No tenemos que olvidar que nuestro cliente no busca una foto para enmarcar por sus colores o efectos: lo que buscamos es llamar su atención con nuestro producto, y sobre todo, que entren ganas de consumirlo. Es por esto que debemos tener cuidado a la hora de aplicar estas propuestas creativas predefinidas y que no siempre se adecúan a nuestro producto.

Izquierda MAL: Como podemos ver en la imagen de la izquierda, el hecho de aplicar filtros predefinidos de Instagram puede echar a perder nuestra imagen. Aunque es cierto que los azules son muy vibrantes, la falta de control en el contraste y en la saturación hace que perdamos información en las sombras. Por otro lado, la curva de verdes tiene tanta fuerza que estropea por completo la parte superior de la imagen.

Derecha BIEN: Una adecuada corrección de color nos ubica en los elementos que debemos mirar y que debemos desear. No son los ramilletes de brócoli de la parte inferior, ni tampoco la sal o la pimienta de la parte superior. Son las cremas, que con sus colores y texturas naturales, nos trasladan el aroma y el sabor que idealizamos para estos platos.

4. ENCIENDE LA LUZ DONDE TOCA.

Aunque muchas veces podemos tener una imagen preciosa al componerla con ciertos elementos, no tenemos que olvidar que aquí hablamos de fotografía (o vídeo) para vender productos o servicios. Aunque no tengas ni idea de iluminación hay una cosa que tienes que saber: simplemente jugando con los elementos de la imagen puedes hacer que la fotografía sea más o menos luminosa. Vamos a verlo.

Izquierda MAL: Si quisiéramos vender este huevo, tenemos que asegurarnos de qué es lo que más llama la atención. Aunque en este caso la imagen es preciosa en cuanto al resultado final, no es una buena fotografía de cara a que sea el producto lo primero que llama la atención.

Derecha BIEN: Como podemos ver, el único cambio que se hizo en esta imagen es la jarra clara del fondo por una oscura y hacer incidir un poquito más la luz sobre el elemento principal, de esta forma conseguimos focalizar la atención donde toca y que los potenciales clientes se paren a ver nuestro producto.

5. CUIDADO, NO TE CAIGAS.

Querer ser original o llamar la atención de nuestro espectador no puede hacerse a costa de que la imagen sea difícil de leer, es decir, no podemos pretender que la persona que mira la fotografía gire el teléfono o incline la cabeza. Tenemos que asumir que las personas nos conceden muy poco tiempo para captar su atención, por eso no podemos exigirles «esfuerzos» a la hora de interpretar nuestro lenguaje.

Izquierda MAL: Esta receta crema de zanahorias con setas es deliciosa, está emplatada con mucho esmero y realmente nos llamaría la atención la comida si no tuviésemos la impresión de que se nos va a escurrir del plato.

Derecha BIEN: No se puede discutir que una correcta horizontalidad en la imagen asienta (nunca mejor dicho) el plato, y por lo tanto, su lectura. Las ganas de comerlo se multiplican de forma exponencial, por lo que este punto de vista es una apuesta ganadora de cara a que la imagen permanezca en la memoria del potencial cliente.

Pues ya está, estos son los principales errores que se cometen al realizar fotografía gastronómica, espero de verdad que puedas aplicar estos consejos para evitarlos, y de nuevo, si tienes cualquier duda puedes escribirme a @antonio.sanjurjo o a antonio.sanjurjo.astorgano@gmail.com y trataré de darte solución lo más pronto posible.

Dicho esto, quisiera recordarte que si ya tienes bastante con gestionar tu local, necesitas fotografía gastronómica y no te quieres complicar con más cosas como la fotografía de tus platos o de tus productos, solo tienes que contactar conmigo para que te podamos hacer una propuesta adaptada completamente a tus necesidades.